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Babahoyo, Los Rios, Ecuador
PATO -- 2 DE MARZO

viernes, 21 de febrero de 2014

Ministerio de Cultura
 Concurso de cuento “Feriado Bancario”
 Certificado: honrosa participación
 Autor: Norge Naranjo Torres
 Lágrimas Compartidas
 Apúrate Beto, retumbó en mis oídos, a medio adormitar con lagañas en los ojos, bajaba las escaleras y observaba de manera incrédula, la imagen del mundo moviéndose ante mis ojos, con un mensaje que a un recuerdo “Salvemos el planeta”. Era aquella nueva bicicleta de mi padre, la cual había pintado unas tapas en las llantas; aquel entonces exclamaba de manera silenciosa, ¡ Qué Vergüenza, el mundo me importa un pepino ᴉ Ahora comprendo que era un ecologista apasionado. No entendía la razón de su enojo, aquel día 8/marzo/1999, un día distinto, presentía nada bueno, a prisa llegamos al mismo destino de siempre, nos recibía la escuela Municipal Babahoyo, donde yo era el estudiante y él mi profesor. Entramos al curso precipitadamente, a una compañerita la mejor alumna para mi padre y la más bonita para su hijo, le pidió llamar a la Directora. La maestra llegó a la puerta y mi padre se apresuró, mis compañeritos no percibían el ambiente, yo observaba a mi padre histérico, nunca lo había visto así, se golpeaba el pecho, tomaba su cabeza, y lloraba silenciosamente, sólo lo había visto llorar cuando observaba a mi hermanita Eimy de 3 añitos; aquellas lágrimas eran una mezcla de amor y temor. Finalmente se escuchó ladrones Hijos de P….. ! Sin duda, aquellas lágrimas eran de frustración y de ira, el aula quedó en silencio, la Directora dio palmaditas en la espalda de papá, me apresuré del asiento y le pregunté ¿qué pasa papá? contesto “nada Beto, voy al banco a ver la plata de tu hermana”, no entendí aquellas palabras. La Directora llamó a una joven profesora, frunció las cejas, parecía no gustarle la tarea extra. Siempre escuchábamos en recreo a profesores contratados quejándose del Gobierno por el sueldo que recibían y de no tener Seguro Social. Aquel día ansioso por regresar a casa, llegué observé a mamá viendo la televisión, escuché de Bancos que no devolvían el dinero, vi a personas desesperadas; empleados, ancianos y madres. La mirada de mamá pérdida, lágrimas contenidas brotaban de sus ojos, fingiendo una gripe pasajera; me pidió que mirara a la bebé y le tocará si no tenía fiebre. Recordé que mi madre, pasaba paños de agua, por la frente de mi hermana. Escuché a mi madre gritar Beto ven a ver a tu papá en la televisión, salí apresurado y observe a mi hermano Patricio, que ya había llegado del colegio, me preguntó y tu hermana. Está fresca dormida como un angelito, le dije. Observe a papá en manifestaciones gritando banqueros ladrones, devuelvan nuestros ahorros, políticos corruptos, esta plata es nuestra, trabajo de toda la vida. Un reportero se acercó a mi padre, él habló de su dinero que estaba en el banco, que no le dejaban sacar, decía cómo voy alimentar a mi familia, todos observábamos con asombro, pero hubo unas palabras que me marcaron para toda la vida. “Tengo una hija de tres años que se debe realizar un cirugía de corazón, tengo que operarla muy pronto; porque se me puede morir, ahora qué voy a hacer, y su voz se quebró”. Mi madre secó mis lágrimas, las de mi hermano, y finalmente las suyas, me dijo, hemos estado trabajando, no te queríamos preocupar, eres muy pequeño, recordé que mi madre en la tardes me enviaba a un curso de pintura que me gustaba mucho y en las noches donde mis abuelos con mi hermano a comer. Pedí a mamá, que yo también quería trabajar para que mi hermana se cure, me dijo, ya los has hecho hijo, vendiendo rifas y bingos, ella no terminaba de hablar, entró mi padre, se sentó junto a nosotros y preguntó por mi hermana, está tranquila dijo mi madre, nos abrazamos todos; hubo un ambiente de paz, amor y esperanza entre aquellas lágrimas compartidas. Cuando escuché las palabras “FERIADO BANCARIO” pensé que se trataba de fiesta, que lo banqueros regalarían dinero a los pobres, como yo. Era lo contrario, el dinero que los políticos y banqueros se robaron. Han pasado 12 años, hoy tengo 22, mi hermana es una linda quinceañera, gracias a Dios, a los médicos, a las personas caritativas, a la familia y nuestras lágrimas compartidas; Salimos adelante.

Norge Naranjo Torres
Autor

2 comentarios:

  1. Esta historio es una realidad ya que a mis padres también les escuche sobre el Feriado Bancario que hubo, en todo caso unos tíos perdieron dinero en eso. Creo que esta historia deja una bonita reflexión ya que permite conocer sobre la solidaridad de las personas para ayudar a esa pequeña niña que necesitaba de urgencia una operación.

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  2. Hermosa historia de fe aun en los momentos mas dificiles de la vida que hermoso es permanecer unidos. cuantas personas lo perdieron todo ese dia de verdad que pena por todas aquellas personas pero sabemos que arriva en los cielos hay un Dios que hace justicia a su tiempo.att Daniel Roca castillo 5 to B enfermeria

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